
Araca es una sección de Revista Macondo escrita por Julio Ciccone. Esta hecha para pensar, para reflexionar, para mirar las cosas desde otro punto de vista... para llamar la atención sobre algo en particular. Por eso el nombre "Araca" que es una llamada de atención del lunfardo, por ejemplo: "Araca la cana" quiere decir "Cuidado... la policía".
En fin, este Araca es del número 2 de Macondo fijate que te parece.
Araca
Che… historia oficial, no te creas que te creo.
“No extrañe, entonces, que muchos argentinos de hoy no sepan quienes son, ni en qué lucha insertarse, ni qué gestas del pasado continuar y concluya en el desánimo o el pasaporte. Le han robado su derecho a conocer la propia Historia, para robarle su derecho al futuro”. Norberto Galasso (periodista, historiador).
En distintos ámbitos académicos suele argumentarse que el periodismo es la primera versión de la historia: los grandes medios de comunicación son sus "escribas privilegiados”.
Pero ¿qué historia nos cuentan los medios a diario? ¿Por qué les creemos tan lábilmente sin sospechar nada? ¿Nos vieron la cara o queremos creer?
Un poco y un poco. Al momento de ver qué nos informan, podemos citar algunas perlitas del periodismo ¨serio, culto y con tanto don de gente¨, como ser:
Perlita número uno: En el programa ¨A dos voces¨, de TN, emitido a mediados de Junio pasado en pleno conflicto con el campo, Marcelo Bonelli hizo gala de su agudo intelecto iniciando su entrevista con Elisa Carrió con un: “y doctora… ¿el gobierno sigue robando?”.
Perlita número dos: en la tarde de Radio Mitre, luego de cortar la comunicación telefónica en la que el filósofo Nicolás Casullo (del colectivo de intelectuales “Carta Abierta”) reflexionó sobre el mismo conflicto y criticó al agro, el periodista Marcelo Moreno cerró el reportaje diciendo al aire: “cuando escucho a este tipo de pensadores tengo ganas de vomitar”.
Perlita número tres: desde sus panoramas políticos del diario Clarín, Eduardo Van der Kooy hace alarde de sus fuentes informativas y/o sus dotes de adivinador, para reconstruir la trama del poder en la Argentina. Invoca a amigos de funcionarios, charlas secretas entre teléfonos encriptados; frases, confesiones y relatos íntimos en reuniones privadísimas de los más altos ministros de gobierno, etc. Así, en cualquiera de sus columnas del diario de la cornetita, se pueden leer construcciones como esta del 3 de agosto de 2008 (pagina 31), en la que relata como Cristina Kirchner “convocó al vicepresidente de improviso, pero no permitió en las cercanías de su despacho ni fotógrafos ni periodistas”.
Esta fatal limitación no detuvo al sagaz Sherlok Holmes del periodismo nacional, que reprodujo con puntos, comas y estados emocionales, el diálogo (sin testigos) entre la primer mandataria y su vice: “La Presidenta consumió la mayor parte de la conversación en alusiones y directas por el famoso voto de Cobos. "Estoy dolida", le recalcó. El vicepresidente quiso no cargar con la mochila de todas las culpas por aquel fracaso del oficialismo. "Habría que pensar también por qué el Gobierno quedó dependiendo de mi voto cuando contó siempre con una holgada mayoría en el Senado", señaló. Siempre que pudo meter un bocado entre los reproches de Cristina apuntó a reanimar la Concertación: "Miremos lo que podemos hacer juntos en adelante. Prestemos atención a ciertas demandas fiscales de las provincias. No le regalemos la bandera a la oposición", aconsejó”.
Solo queda hacer un denodado esfuerzo para descubrir este hallazgo periodístico:
- Cleto changuea como informante del mencionado cronista;
- El mencionado cronista changuea como cafetero en el despacho de la Presidenta;
- Cleto fue minuciosamente entrenado, para que ni él mismo se dé cuenta de que es informante del mencionado cronista;
- El mencionado cronista ha sido entrenado en los legendarios cuarteles de Kontrol por Maxwell Smart (Agente 86) para ser un agente del recontra espionaje al servicio de los mass media.
Tache las que, a su buen entender, no correspondan.
Son muchas las elucubraciones posibles a la hora de descular este disparate, pero la más dolorosa, para nuestra alicaída autoestima, es que nos está tomando de mentecatos, botarates y/o papanatas.
El genial cineasta Leonardo Favio dijo hace unos días “En este país el mayor excedente que tenemos para exportar es la mermelada de boludos, del verbo boludo”.
Araca: la inteligencia tiene limites, la estupidez no. La elección es nuestra.
Por Julio Ciccone
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